El estado norteamericano de Texas, el estado de Oaxaca y el país centroamericano México, y sus respectivos gentilicios texano/a, oaxaqueño/a, mexicano/a, los pronunciamos como si llevaran “jota”, Tejas, Oajaca y Méjico. ¿Por qué ha pervivido la “equis” en ambos casos?
La Real Academia de la Lengua (RAE) dice que son ejemplos de “términos fósiles”, o variantes gráficas arcaizantes. Hasta 1815 se admitían términos como “exemplo” y “relox”, aunque se pronunciaran “ejemplo” y “reloj”, pero a partir de esa fecha los lingüistas decidieron que la “equis” no debería pronunciarse como “jota” en esas palabras. No obstante, en estos lugares de América, la norma se obvió y hoy permanecen las grafías antiguas, que han sido admitidas universalmente.Los académicos consideran sin embargo que es tan válido decir hoy México como Méjico; Oaxaca, como Oajaca, o Texas como Tejas, sin olvidar que la trascripción correcta de la pronunciación la primera de las variantes de estos topónimos sería [méksiko, oaksáka, téksas], de acuerdo con la “Ortografía básica de la Lengua Española”, editada por la RAE.
Algunos antropónimos han pervivido también con variantes gráficas arcaizantes, en nombres de pila, como Ximena, y en apellidos como Ximénez o Mexía, aunque las grafías modernas sean Jimena, Jiménez o Mejía, respectivamente.
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