Estoy en un pub (la Academia no la recoge; ¿estoy en una discoteca? ¿es exactamente lo mismo? Si no se expresa la misma realidad que con palabras españolas como bar o discoteca y se utiliza ya desde hace mucho ¿por qué no está en el diccionario? ¿Bala en la recámara para futuras ediciones?) y quiero beberme un güisqui (lo he visto escrito así en algún sitio, pero ahora no recuerdo dónde. Así escrito tiene más pinta de ser un ave exótica del Amazonas que un whisky). Al haber bebido, me ha entrado calor y quiero quitarme el jerse… de mi… bueno, de mi abrigo (como no sé cómo escribirlo, cambio de palabra y me ahorro el problema. Aunque no esté siendo tan exacto como debiera). Me he encontrado a una amiga dentro del club (¿Se entiende que se refiere a discoteca? Es que solo se utiliza como sinónimo de discoteca en las películas dobladas al español. Uno de tantos calcos y extranjerismos que entran por esa vía.) que llevaba un blazer (¿Será una chaqueta? Voy a buscar en el DRAE a ver qué nos cuenta. Y dice que es una chaqueta deportiva… Se ve que no están a la moda, pues uno de los hombres más ricos del mundo no está de acuerdo con los Académicos. Si no me creen, vean la foto…
e iba muy trendy. ¡Menudo look! Pero WTF, la tía, cogió el smartphone y empezó a wahgua..gua…whas… a escribir mensajes por el Whatsap^p, vaya. O eso creía yo hasta que me lo enseña y veo que se ha descargado una nueva app. Con ella puede ver todo lo que sucede en el mundo del deporte al instante, así ve los updates. ¡Qué bizarro, pensé! (Vaya, el que faltaba. Si no había suficiente con los extranjerismos y los españolismos innecesarios. Tenía que aparecer el falso amigo. Bizarro no significa raro, de verdad que no.) Pues me contó que habían sancionado a Fernando Alonso con un pare y sigue…
(Pensé automáticamente que la app había hecho la traducción con Goog^le Transla^te, pues de ahí suelen salir las traducciones literales que no has oído nunca, a pesar de haber seguido ese deporte durante más de 10 años.) con lo que tuvo que pasar por los garajes (¿El de la casa? Solo se utiliza garaje como sinónimo y muy de vez en cuando, pero bueno, habrá que aceptar aunque no exprese la realidad que sí se hace al decir box). Ya se hizo tarde y se tuvo que ir, así que nos despedimos. —Chao. —Chao. (Sí, hasta para despedirse… y diles que no se escribe así. ¿Según qué criterio?)
Toda esta historia, más propia de un monólogo de algún programa de comedia que de una entrada de blog, puede parecer una hipérbole de tamaño dantesco, pero ¿qué estamos haciendo con el idioma? ¿Va cada uno por su lado y escribe lo que quiere y de la forma que quiere? Si soy traductor, periodista o escribo en cualquier otro sitio, ¿cómo escribo pub? ¿Cómo puedo defender que prefiero escribir whisky (y en redonda que la bebida ya lleva años, ya)? ¿Se puede incluir o desestimar una palabra de acuerdo a un solo criterio?
Sé que es difícil, muy complicado, aunar criterios e intentar acoplar todo el léxico (y su ortografía) debido a la velocidad con la que éste avanza, entre otros motivos. Pero la incoherencia de la inclusión de algunos extranjerismos y la incongruencia de intentar españolizar algunos vocablos hace que ya no se tenga muy claro qué y cómo escribirlo (al menos, si nos queremos fundamentar en alguna norma o recomendación) con lo que los profesores de español van a tener que ser tan creativos en sus clases como Sheldon Cooper…
Algunas entradas de neologismos o extranjerismos han sido triunfales, otras de cabeza, otras meros «planchazos» en la piscina del idioma. Algunas han entrado y han besado el santo, es decir, se han quedado escritas en inglés y se han adaptado enseguida al idioma español. Otros vocablos se tienen como ovejas negras, pobres, que, incluso en contra de la aceptación social, se mantienen marginadas por académicos u otros eruditos de la lengua. Esto es, la mayor parte de hablantes del español usan el término en inglés (pub, por ejemplo) desde hace años (desde su incursión en el idioma), la palabra está asentada en la sociedad, pero por unas razones u otras se sigue aconsejado su escritura en cursiva o se inventan «españolismos» que nadie utiliza para que se empleen en lugar de ese término extranjero.
Para que se pueda comprender el objetivo de esta entrada, convendría realizar algunas aclaraciones.
En primer lugar, hay que diferenciar algunos tecnicismos del lenguaje que guardan relación con esto:
Los llamados extranjerismos (o calcos o anglicismos) innecesarios:
Aquellos giros, voces o frases que provienen de una lengua extranjera (al español) y se utilizan en lugar de los vocablos que ya existían para expresar una misma realidad.
Ejemplos:
show – espectáculo
performance – actuación
Creo que muchos estarán de acuerdo con que estos son una lacra de los textos que se leen (oyen o escuchan) cada día y deben fulminarse por completo. Son innecesarios porque en español ya existe un vocablo que indica exactamente la misma realidad que el término de la lengua extranjera.
Ejemplo «de la calle»: Mi amigo me montó un show el otro día que se enteró todo el barrio. [Queísmo incluido, probablemente].
Sí, eso es montar un espectáculo en plena calle. Lo que también se llama montar un show.
¿No se puede expresar la misma idea si se utiliza «espectáculo»? Por supuesto, pero parece que un show—mucho más todavía si se trata de un chou— conlleva más escándalo, más ridículo, más pelea. Es más, diría que el hablante concibe espectáculo como algo bueno y show como algo malo.Ejemplo en textos (supuestamente) cultos: Devadip Rivero va a presentar un nuevo show televisivo en el que se tratarán asuntos lingüísticos.
Por supuesto, se trata de un espectáculo «de toda la vida», pero el inglés es así. Le das la mano y te coge todo el brazo (porque nos dejamos). Se presenta en el salón de tu casa sin avisar.
Existen listas infinitas de extranjerismos innecesarios por lo que la entrada sería infinita también si se analizasen todos. En este enlace (link = extranjerismo innecesario), un artículo de «El Tiempo» propone cómo se deben escribir los extranjerismos (algunas grafías son dignas de ver): http://www.fundeu.es/noticia/aprenda-a-escribir-correctamente-los-extranjerismos-7227/
Los neologismos:
Vocablos que surgen en un idioma distinto al de su procedencia real o la inclusión de un significado que no existía anteriormente. A diferencia de los extranjerismos innecesarios, estos se introducen en la lengua por necesidad. Las nuevas modas y, sobre todo, los nuevos inventos suscitan unas necesidades léxicas que se cubren con neologismos. Por ejemplo, bonobús, servorreductor, tsunami, nini, copago, etc. Estos se escriben en redonda y están totalmente aceptados por los diccionarios y por la sociedad (supuestamente, pues estas premisas no siempre se cumplen).
En parte de la bibliografía, usan neologismo y extranjerismo indistintamente, pero sí parece haber consenso en que la principal diferencia radica en la necesidad (neologismo) o el vicio del empleo de vocablos ajenos en vez del término español (extranjerismo).
El prestigio lingüístico:
Si se resume su definición al asunto que compete a esta entrada de blog, quedaría algo así como: Utilización del hablante de un término de una lengua extranjera porque cree que este vocablo tiene más valor entre la sociedad que la palabra de la lengua propia. Si se quiere saber más acerca de este interesante fenómeno lingüístico, se recomienda la lectura de los artículos al respecto de Carmen Silva Corvalán.
En segundo lugar, habría que destacar que no se pretende realizar una crítica desarbolada y sin fundamentos. Es decir, no se trata de una entrada de blog que intenta ser antisistema. Al contrario, la mayor parte de las recomendaciones o de las normas ortográficas y gramaticales que proponen las fuentes que se citan aquí son indiscutibles. Pero sí se debería unificar criterios a la hora de proponer y normativizar, pues en caso contrario se lía al usuario del idioma y se puede crear un caos lingüístico. Ese caos conllevaría mala (¿todavía puede ser peor?) ortografía y quebraderos de cabeza evitables a los que trabajamos con la lengua (sin dobles sentidos).
Finalmente, debe quedar claro que la regulación del léxico no es nada fácil. No hace falta entrar en estadísticas aburridas, pues por todos es sabido que el idioma evoluciona mucho más rápido que el ser humano (viendo lo visto, no es de extrañar: cualquier cosa evoluciona más rápido y de mejor forma). Es decir, no se va a confeccionar un diccionario cada vez que entre una palabra. Imagino que para incluir un vocablo habrá que ver cómo evoluciona y si se asienta en la lengua o si solamente es fruto del momento. También puede ocurrir que se utilice solamente en una zona (guagua). En definitiva, un sinfín de aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de tratar con el léxico, con su aceptación y con su ortografía, entre otros factores.
Seguidamente, se analizan algunos neologismos o extranjerismos tanto por su inclusión en el léxico del español, a veces forzada, o por su españolización también forzada, en ocasiones.
EN EL DEPORTE:
¿Alguien escribe o dice «rali» en lugar de« rally»? Fundéu la recomienda, la RAE ni la recoge… ¿No se utiliza rally hace ya suficientes años como para dejar de escribirla en cursiva? ¿Había otra realidad en español que designara a este deporte anteriormente? Si no la hay o había, ¿no se supone que es necesaria y, por eso, debería adaptarse y punto? Aseveraría que se trata de un españolismo innecesario o forzado.
¿De verdad recomiendan estos usos en relación con la F1?
Sí, muchos se utilizan en español y sabemos a lo que se refiere. Estoy de acuerdo. Las palabras ya existían en español y si al expresarnos en español se utilizan en inglés es por mero prestigio lingüístico. Por ejemplo, llamarle gap al espacio o a la distancia que hay entre dos coches o full wet a los neumáticos de lluvia, no tiene sentido. Ya hay expresiones en español que hacen referencia a esto, pero ¿hay alguien en España que diga «han penalizado a Felipe Massa con un pase y sigue»? De hecho, después de ver este deporte y seguirlo desde ni sé cuándo (años y años), es la primera vez que veo esa expresión traducida… Así que si se atiende al uso, se atiende al uso, pero no se pueden inventar formas de decir cosas en español ni se pueden forzar las situaciones.
Si en un artículo periodístico para el gran público se escribe “pase y sigue” el que va a pasar de leer y seguir con lo suyo será el lector, porque no va a entender a qué se refiere, en España, al menos.
Por supuesto, el extranjerismo no se reduce a las palabras técnicas. Como se ve, hasta la estructura de la frase es todo un anglicismo. Una traducción literal, en realidad…
Ser un crack. ¿Hay alguna palabra en español que abarque todo lo que engloba ser un crack? Depende del contexto, se podría defender que ser una estrella o ser muy bueno. Messi es un crack = Messi es muy bueno. Ahora bien, si se quiere expresar esta realidad, ¿se escribe crac o crack?
Un crack de la geografía:
Según la Fundéu, http://www.fundeu.es/recomendacion/crac-mejor-que-crack-104/ se recomienda la alternativa «crac». Una alternativa que no viene dada por el uso del hablante, sino, como dicen en ese artículo por «fruto de un acuerdo entre la Fundéu BBVA y la Secretaría de Estado de la Unión Europea». Entonces, insisto, ¿cuál es el criterio? El dominio del hablante y sus usos o la imposición de recomendaciones y alternativas. Todavía no he leído crac en ningún escrito de ningún sector.
EN INFORMÁTICA:
Empecemos, por así llamarlas, con las palabras viejas. Las que llegaron a nuestras bocas hace ya tantos años que casi ni nos acordamos. Al llevar varios años en contacto con la lengua española, ya están recogidas en el Diccionario de la Real Academia (DRAE).
Software y hardware
Primera pregunta conveniente, creo, ¿hay alguna palabra en español que abarque todas las características o todas las realidades que se expresa al decir «software»? Si la respuesta es no—respuesta que defiendo— ¿por qué no se aceptó sin más una vez que se observó su abundante utilización y, en consecuencia, su asentamiento? ¿Por qué no se escribió en su día «sofwer» o «sofgüer»? Ya puestos a liar al hablante ¿por qué no se lía con el mismo criterio?
Si buscas «hardware» en el DRAE, te remite a «equipo». Desde mis no muy altos conocimientos de informática, me pregunto: ¿un hardware es un equipo? ¿Un pendrive o lápiz es un equipo? ¿Estos no eran un dispositivo? Puede que esto parezca ser más papista que el Papa, pero ¿no es ser más papista que el Papa no aceptar simplemente que no hay o había ninguna realidad en el idioma español para referirse a software? ¿Para qué forzar? Además, ¿no se atiende al uso? ¿Quién dice «programa» en lugar de software? Sí, puede que algunos, pero ¿los suficientes como para seguir dejando software en cursiva? Software podría confundir o admitir varias opiniones, pero ¿hardware? No entiendo el motivo de su escritura en cursiva. Todavía menos cuando ya han pasado tantos años desde su irrupción en nuestro sistema lingüístico.
Cederrón y deuvedé
Las famosas palabras cederrón o deuvedé. Esto ¿lo han propuesto en serio? No conozco todas las variedades del español (ya me gustaría), por eso, desde aquí hago un llamamiento a todos aquellos que escriban cederrón o deuvedé, sobre todo, a aquellos traductores que se atrevan a entregar un texto de informática traducido al español con esas palabras. Si tu cliente de informática lee cederrón en lugar de CD-ROM, puede que ni sepa a qué te estás refiriendo. Ya digo, en España es impensable (o ¿ando yo mal?). ¿Cómo contribuyen aquí a que piense que hay disparidad de criterios?
1. En este caso sí adaptan la grafía, pero en software o hardware no. ¿Se supone que adaptan la grafía porque la gente escribe cederrón y deuvedé?
2. Las siglas no van en cursiva. Por eso, CD-ROM y DVD están en redonda en el DRAE.
3. Introducen cederrón en el diccionario, pero en su versión en línea te remite a CD-ROM. Es decir, la supuesta palabra española te remite a la grafía inglesa de origen.
En resumen, criterio completamente distinto al utilizado para software o hardware. ¿No se trata claramente de 4 palabras que entraron en el idioma español hace ya bastantes años y todo el mundo las llama con su nombre en inglés? Fuera cursiva y fuera crear grafías forzadas para tener una palabreja en español. Para fundamentar mi defensa de la escritura en redonda de software y hardware, se pueden observar otros ejemplos de palabras ya aceptadas y, por ende, escritas en redonda. «Chip» o «módem» (con su tilde bien puesta). En el DRAE también se ven otros líos como el de «byte» todavía en cursiva. ¿A qué van a esperar? Quizá sus discos duros no tengan 300 GB, sino gigaoctetos, que puede ser.
Gadget
¿Qué es un gadget? ¿Un dispositivo electrónico como proponen en este artículo?
Si parto de mis conocimientos básicos, creo que un gadget puede ser algo no electrónico. También puede no ser un dispositivo, palabra que parece copar la informática. No todo puede ser un dispositivo. Device, equipment, gadget, etc. Todos dispositivos, depende del contexto, claro. Desde el punto de vista del traductor, ¿qué haces si te salen todas esas en un mismo texto? Por eso, Manuel Seco y el diccionario de María Moliner—muy certeros ante este tipo de situaciones— sí incluyen esta palabra y sin adaptaciones. No hay término en español que lo defina. Hay que aceptarlo y afrontarlo y, por tanto, usar el vocablo inglés.
Esto puede ayudar a verlo más fácil: ¿El inspector dispositivos?
Online y E-MAIL:
Al menos, en los textos profesionales (traducciones, artículos periodísticos y divulgativos, por ejemplo), deberíamos escribir «en línea» y «correo electrónico» (incluso, si se quiere ahorrar, «correo», a secas. El contexto evitará cualquier anfibología posible). ¿Tan difícil es que esa página web aparentemente bien escrita no te meta un “E-Mail” en sus datos de contacto? Tu página no es peor si donde pone “E-Mail” pones «correo», de verdad que no.
Criterio: Ya hay palabras en español para referirse a la realidad que expresan las de otro idioma. Por eso, no se requiere la inclusión de esos extranjerismos.
Chat:
Con el vocablo chat tenemos precisamente el ejemplo del criterio que creo que debería seguirse.
- Palabra extranjera, que no tiene traducción o equivalente y no existía con anterioridad en español, escrita en redonda.
- Se acepta en el diccionario. ¿Por qué? Se atiende al uso.
- Se acepta la grafía del idioma de origen (claro que, en este caso, tuvieron suerte, puesto que la pronunciación y la grafía son sencillas).
- El colmo del buen hacer. Han aceptado su verbo, y sin cursiva. Chatear.
Otros términos que nos traen de cabeza: tablet/tableta, app/aplicación, smartphone/teléfono inteligente, webinario/seminario web o seminario en línea, etc.
¿Googlear? ¿Para ahorrar letras al decir buscar en Goo^gle? Pues podría ser un neologismo que se afiance en los próximos años. Ya se sabe, depende del criterio…
MODA Y ESTILISMO (PRODUCTOS DE BELLEZA):
El siguiente artículo vale más que mil palabras:
Puedo añadir muy poco ante este genial artículo de Ana Mendoza. Efectivamente, en este mundo (en el mundo en general, pero en el de la moda en particular) existe la creencia generalizada de que hay que plagar sus textos con anglicismos y galicismos. Totalmente innecesarios como se afana el artículo por destacar. Mero prestigio lingüístico. Innecesarios hasta tal punto que al incluir tantos extranjerismos en un solo texto se consigue el efecto contrario al deseado. Se pretende ser «lo más», se quiere exhibir que se está «a la moda»—se confunde la velocidad con el tocino, vaya—. Están tan a la moda que ni siquiera sus lectores—los que no sepan inglés o francés— entenderán qué es un lipstick, un blazer, la eau d’été, ser una it girl o ser cool mientras vas trendy con tu nuevo look.
MUNDO LABORAL:
El mundo laboral tampoco ha podido huir de los extranjerismos. Pero ¿cuáles se han españolizado sin aparente sentido y qué extranjerismos innecesarios triunfan entre la gente?
Puedes trabajar en España y ser Key Account Manager—y además en mayúsculas que parece que queda todavía más pomposo. Da la sensación de que tu puesto es mejor si lo escribes en inglés. ¿Dónde estaban todas estas profesiones hace algunos años? Con la globalización muchas empresas se han expandido y con ellas sus puestos de trabajo. ¿Hasta dónde nos dejamos invadir idiomáticamente?
Si se busca “Key Account Manager” [entre estas comillas] en Google, lo primero que aparece es «¿Qué es un Key Account Manager?». Claro, esto ocurre cuando en lugar de llamarlo gestor de cuentas o gestor contable, que si no me equivoco podrían ser dos traducciones válidas, se traen términos de otro idioma por mero prestigio. Este «saco» incluirá, por ejemplo, a los CEO, Community Manager, CIO, SEO, etc. Extranjerismos innecesarios, pues ya existe una realidad en español para denominar a esas profesiones.
Explicación de la Fundéu para Community Manager: http://www.fundeu.es/recomendacion/community-manager-tiene-traduccion-790/
Sin embargo, como se podrá observar seguidamente, se intentan españolizar otras palabras del mundo laboral y se fracasa. A veces, más vale una retirada a tiempo, dicen…
¿Quién hace márquetin? ¿Y quién se dedica a la mercadotecnia? ¿No va siendo hora de aceptar que marketing se ha impuesto? Nadie quiere ser director de mercadotecnia, al menos, en España, no. Si alguien ha visto a algún trabajador de este sector que se autodenomine (en sus firmas de correos, por ejemplo), jefe de mercadotecnia o márquetin, que me avise, por favor. Debería aceptarse ya y escribirse en redonda. Palabra del inglés que debe aceptarse como se aceptó almohada del idioma árabe y su evolución gráfica con el paso del tiempo.
Es curiosa la evolución de este vocablo. Se introdujo del inglés marketing, la Academia propuso como alternativas márquetin y mercadotecnia y, ahora, márquetin está en el Diccionario Panhispánico de Dudas (que se puede consultar en la red), pero no aparece en el DRAE. Si buscas marketing en el DRAE, te remite a mercadotecnia. ¿Lío?
Seguramente me habré equivocado en alguno de los usos o alguna definición. ¿No parece normal con el lío que producen todos estos cambios o criterios distintos?
En resumen, defiendo el español. Por supuesto. Si ya existen palabras en el español que definan perfectamente la realidad que se ha querido expresar con el vocablo inglés es un extranjerismo innecesario. Ejemplos: show/espectáculo, performance/actuación, grip/agarre, E-Mail/correo. Las distintas instituciones y los diversos diccionarios hacen un gran esfuerzo para liberar al idioma español de las garras de estos intentos de colonización innecesaria y superflua. Chapeau, es decir, chapó, es decir, me quito el sombrero.
La segunda defensa: usar el sentido común. Cuando se utilice el sentido común para proponer alternativas—muchas de ellas, muy buenas, reitero— que sea el mismo sentido común que se empleó para el resto de palabras. Un criterio homogéneo. Esto no es sencillo, pero siempre se puede mejorar, ¿no? Un esfuerzo necesario para no liar al hablante y con ello conseguir que la lengua española sea más rica.
Tercera defensa: No hay que meter el español con calzador. Por ejemplo, gadget. Si no hay una sola palabra que se refiera exactamente a lo mismo y si ni siquiera utilizando 2 o 3 se consigue, pues se deja gadget. La sociedad evoluciona, se inventan cosas y se crean nuevos términos. Si se asientan en la sociedad, se introducen en el léxico del español, se escriben en redonda y se añaden a los diccionarios. Nada de creaciones forzadas.
Si se unifica el criterio de aceptación de palabras y de propuesta de grafías y se adecua éste a la realidad, el idioma español será más rico y el usuario se liará menos.
Si se tiene en cuenta que por motivos de longitud, no se han comentado todos los extranjerismos o españolismos innecesarios, ¿alguno que llame especialmente la atención? ¿Ante qué líos se han encontrado? ¡Comenten!
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