Los niños pueden aprender dos idiomas al mismo tiempo sin necesidad de realizar un esfuerzo mayor, ya que es como si aprendieran una sola lengua. Y es que son capaces de mantener los sonidos de cada idioma por separado, según un estudio de Ithaca College.
Los niños bilingües aprenden los sonidos diferentes de dos lenguas distintas al mismo tiempo con la misma facilidad que si estuvieran aprendiendo un único idioma, según se recoge en la investigación realizada por Ithaca College en la que se desprende que los niños de apenas un año de edad realizan con poco esfuerzo el aprendizaje del significado de una palabra, los sonidos y la función gramatical. [Ver cursos de Idiomas]
Este estudio, el primero que se realiza en relación al bilingüismo español-inglés, muestra que el aprendizaje de una palabra lo pueden hacer con tan sólo una exposición. Un sistema para apreder del que se ha constatado que no es más difícil en el caso de que el niño esté aprendiendo dos idiomas al mismo tiempo.
El estudio de Ithaca College también saca a la luz nuevos datos sobre las disertaciones en las que se plantea si un niño bilingüe tiene un gran conjunto de sonidos de ambos idiomas o bien tiene dos sistemas de sonido por separado, concluyendo que, realmente, los niños bilingües se las arreglan no sólo para aprender dos juegos de palabras al mismo tiempo, sino también para mantener los dos sistemas de sonidos por separado.
Para llegar a estas conclusiones, en el estudio se realizaron mediciones de producciones lingüísticas de niños en los dos idiomas que tuvieran un cierto grado de complejidad para compararlas entre las dos lenguas, atendiendo a factores como la presencia de consonantes en la palabra o de grupos de consonantes y la palabra final, así como la aproximación de los sonidos emitidos por el niño entre ambas palabras.
Estas producciones lingüísticas fueron comparadas en el estudio con niños bilingües inglés-español, quienes tenían que denominar una serie de dibujos. Una prueba que permitió constatar que los niños bilingües produjeron formas más complejas en español que en inglés, aunque se acercaron al inglés y el español en el mismo grado.
En consecuencia, según los investigadores, al aprender una lengua, un algoritmo interior determina cuánto uno tiene que articular para ser entendido independientemente de las clases diferentes de sonidos entre lenguas. De otra manera, los niños más fácilmente deberían haber sido entendidos en español.
La prueba también permitió constatar que no hay diferencias de producción entre los niños bilingües y sus colegas monolingües en inglés o español, lo que significa que hay una cantidad suficiente de independencia entre los dos sistemas de sonido de un niño bilingüe.
Unos resultados que, para los investigadores, son un argumento en contra de no exponer a los niños a más de un idioma en el nacimiento por considerar que podría confundirse o estar abrumado.
Este estudio, el primero que se realiza en relación al bilingüismo español-inglés, muestra que el aprendizaje de una palabra lo pueden hacer con tan sólo una exposición. Un sistema para apreder del que se ha constatado que no es más difícil en el caso de que el niño esté aprendiendo dos idiomas al mismo tiempo.
El estudio de Ithaca College también saca a la luz nuevos datos sobre las disertaciones en las que se plantea si un niño bilingüe tiene un gran conjunto de sonidos de ambos idiomas o bien tiene dos sistemas de sonido por separado, concluyendo que, realmente, los niños bilingües se las arreglan no sólo para aprender dos juegos de palabras al mismo tiempo, sino también para mantener los dos sistemas de sonidos por separado.
Para llegar a estas conclusiones, en el estudio se realizaron mediciones de producciones lingüísticas de niños en los dos idiomas que tuvieran un cierto grado de complejidad para compararlas entre las dos lenguas, atendiendo a factores como la presencia de consonantes en la palabra o de grupos de consonantes y la palabra final, así como la aproximación de los sonidos emitidos por el niño entre ambas palabras.
Estas producciones lingüísticas fueron comparadas en el estudio con niños bilingües inglés-español, quienes tenían que denominar una serie de dibujos. Una prueba que permitió constatar que los niños bilingües produjeron formas más complejas en español que en inglés, aunque se acercaron al inglés y el español en el mismo grado.
En consecuencia, según los investigadores, al aprender una lengua, un algoritmo interior determina cuánto uno tiene que articular para ser entendido independientemente de las clases diferentes de sonidos entre lenguas. De otra manera, los niños más fácilmente deberían haber sido entendidos en español.
La prueba también permitió constatar que no hay diferencias de producción entre los niños bilingües y sus colegas monolingües en inglés o español, lo que significa que hay una cantidad suficiente de independencia entre los dos sistemas de sonido de un niño bilingüe.
Unos resultados que, para los investigadores, son un argumento en contra de no exponer a los niños a más de un idioma en el nacimiento por considerar que podría confundirse o estar abrumado.
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